
LA ECONOMÍA LOCAL EN JAQUE. La baja de rentabilidad y los costos obligan a reducir personal.
En uncontexto de ajuste económico generalizado, la caída del consumo comienza a golpear con fuerza en Corrientes y pone en jaque a uno de los sectores clave de la economía local: el comercio mayorista y minorista.
La disminución sostenida de las ventas, los altos costos operativos y la pérdida de rentabilidad empujaron a varios empresarios a iniciar despidos de personal, una señal de alerta que encendió al sindicato y preocupa por sus posibles derivaciones sociales.
Maximiliano Beigbeder, presidente de la Cámara de Distribuidores Mayoristas del NEA, no dudó en calificar al panorama actual como "paupérrimo". En diálogo con Radionord, el empresario reveló que en mayo la caída interanual del consumo osciló entre un 10 y un 12%. Lo más alarmante, explicó, es que ya no se trata sólo de productos de lujo o prescindibles, sino también de alimentos básicos como pan, carne, pollo, aceite y productos congelados.
"Todo está muy deprimido. Hoy hasta los productos de primera necesidad vienen con una caída fuerte", resumió.
El impacto de esta retracción no se percibe sólo en la Capital correntina, sino con más crudeza en el interior, donde los costos logísticos hacen inviable sostener operaciones. "Una gira comercial te cuesta 300.000 pesos: cargar combustible, alojamiento, comida. Se hace imposible", detalló Beigbeder, al tiempo que reconoció que incluso supermercados grandes están "muy golpeados" por la situación.
CAMBIOS EN LAS GÓNDOLAS
Una de las señales más visibles de esta crisis son los cambios en las góndolas. Marcas tradicionales fueron desplazadas por productos de menor costo o importados, especialmente de Brasil. "Hoy ves segundas, terceras y hasta cuartas marcas. Aparecen productos desconocidos. Las góndolas se vacían rápido, pero no porque se venda, sino porque se reduce el stock", explicó.
No obstante, descartó que se trate de un problema de abastecimiento. "No hay faltantes graves, como en otros años. El problema es el consumo", aclaró.
DESPIDOS Y ALERTA SINDICAL
La caída sostenida en las ventas ya comenzó a traducirse en una reducción del personal. José María Beigbeder, emparentado con el comerciante anterior y del rubro mayorista de la ciudad, confirmó en declaraciones a Momarandú que por primera vez en dos décadas debió achicar su plantilla: "Hace 20 años que vengo sumando gente, pero este año tengo que disponer de al menos 10 empleados. No hay manera de sostener el esquema actual".
Esta situación motivó la preocupación del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), que analiza medidas para acompañar a los trabajadores afectados y prevenir una posible ola de despidos en el sector.
Beigbeder también señaló que los cambios en el comportamiento del consumidor tienen relación directa con la pérdida de poder adquisitivo. "Antes, con la inflación ibas remarcando precios y el negocio se sostenía. Ahora, hay que ser mucho más competitivo y eficiente, y eso no siempre se puede lograr", explicó.
A esta realidad se suma el fenómeno del cruce fronterizo, que impacta especialmente en zonas cercanas a Uruguayana y Paraguay. "En esas áreas directamente dejamos de mandar vendedores. Todo el mundo se cruza a comprar, y eso te deja con gente ociosa en ventas, reparto y preparación", detalló.
La principal preocupación, tanto para los empresarios como para los trabajadores, es el futuro del empleo. El mismo Beigbeder admitió que ya debieron despedir al 10% de su personal para poder sostener la estructura. "Si esto no mejora, muchos vamos a tener que dedicarnos a otra cosa. La situación es muy complicada", advirtió.