
BRASIL. Las medidas se dan en el marco de la causa contra el expresidente brasileño por intento de golpe de Estado.
La Corte Suprema de Brasil dictó este viernes nuevas medidas cautelares contra el expresidente Jair Bolsonaro, procesado por golpismo, entre ellas el uso de tobillera electrónica y la prohibición de acceder a sus redes sociales, informaron medios locales.
El alto tribunal también le prohibió acercarse a embajadas, comunicarse con diplomáticos extranjeros, así como con otros investigados o procesados en el caso por golpismo.
El desarrollo se produjo mientras agentes de la policía federal realizaban registros en su casa y en la sede de su partido en Brasilia, según personas familiarizadas con la orden judicial.
Los medios de comunicación locales informaron que a Bolsonaro también se le prohíbe usar redes sociales o contactar a otras personas que son objeto de investigaciones por parte del Supremo Tribunal Federal de Brasil, incluido su hijo, Eduardo Bolsonaro, un legislador brasileño que actualmente vive en Estados Unidos y es conocido por sus estrechos lazos con el presidente estadounidense, Donald Trump.
Un comunicado de la policía señaló que los agentes de Brasilia llevaron a cabo "dos órdenes de registro e incautación, además de medidas cautelares distintas a la detención, en cumplimiento de una decisión del Supremo Tribunal". El comunicado no mencionó a Bolsonaro.
Estas nuevas diligencias se producen en medio de los llamamientos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que se detenga el juicio contra el líder ultraderechista, a quien considera víctima de "una caza de brujas".
Bolsonaro es acusado de liderar, junto con varios de sus colaboradores, entre ellos antiguos ministros y militares de alto rango, un complot golpista para mantenerse en el poder tras su derrota en las elecciones de 2022, que ganó Lula.
La Fiscalía lo acusa de cinco delitos, entre ellos golpe de Estado y abolición violenta del Estado democrático de derechos, cuyas penas sumadas pueden llegar a los 40 años de prisión.
El martes, el fiscal general de Brasil, Paulo Gonet, dijo en un informe al Supremo Tribunal Federal que "la evidencia es clara: el acusado actuó sistemáticamente, durante todo su mandato y después de su derrota en las urnas, para incitar a la insurrección y la desestabilización del estado de derecho democrático".
Bolsonaro describió el juicio en redes sociales como una "cacería de brujas", repitiendo un término utilizado por Trump cuando salió en defensa de su aliado sudamericano hace unos días.