

GRAN HALLAZGO Investigadores del CECOAL (CONICET–UNNE) identificaron un osteodermo perteneciente a un titanosaurio en sedimentos de la Formación Solari, entre Mercedes y Curuzú Cuatiá. El descubrimiento constituye el primer registro fósil de dinosaurio para Corrientes y abre un nuevo capítulo en la paleontología del NEA.
La paleontología del nordeste argentino sumó un capítulo trascendental: investigadores, becarios y técnicos del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CONICET–UNNE) confirmaron el primer registro fósil de un dinosaurio en la provincia de Corrientes, correspondiente a un titanosaurio, un saurópodo herbívoro de cuello largo que habitó el hemisferio sur durante el Cretácico.
"Es un gran hallazgo para la paleontología de la región", destacaron los especialistas, quienes presentaron la novedad en las "V Jornadas Científicas de Ecología y Paleontología" organizadas por el CECOAL en la UNNE.
Un vacío paleontológico que finalmente se llena
Si bien el NEA fue hogar de numerosas especies en el pasado, hasta ahora no existían registros de vertebrados de la época de los dinosaurios en esta región. En Corrientes, los hallazgos más antiguos correspondían a mamíferos del Oligoceno —de unos 25 millones de años— y los célebres grandes mamíferos del Arroyo Toropí, muchos de ellos de apenas 60 mil años de antigüedad.
Por eso la confirmación de un dinosaurio cretácico resulta de enorme relevancia: desplaza el registro fósil provincial decenas de millones de años hacia atrás.

El hallazgo que cambió la historia
Todo comenzó en 2023, durante una campaña del proyecto "Evolución Paleoambiental durante el Cuaternario en la provincia de Corrientes", dirigido por el Dr. Lionel Fernández Pacella. En un sector de la Formación Solari, entre Mercedes y Curuzú Cuatiá, el Téc. Pedro Cuaranta detectó entre los clastos de un arroyo un material claramente diferente al resto.
Se trataba de un osteodermo, una placa ósea formada dentro de la piel, característica de ciertos dinosaurios. El hallazgo activó una cadena de análisis: estudios de morfología comparada, técnicas específicas y una microtomografía realizada en el LAMARX de la Universidad de Córdoba. Además, se sumó al equipo el Dr. Ignacio Cerda, referente en el estudio de este tipo de estructuras.
Los resultados fueron concluyentes: el material pertenece a un dinosaurio saurópodo, más precisamente un titanosaurio, grupo ampliamente registrado en Uruguay y Entre Ríos.
Un descubrimiento que abre nuevas puertas
Los investigadores explicaron que la Formación Solari aflora en zonas datadas como del Cretácico Temprano, lo que permite contextualizar la antigüedad del ejemplar. Si bien no fue posible obtener una datación numérica exacta, la evidencia geológica coincide con otros registros de dinosaurios en la región.
Además del osteodermo, en la primera campaña se colectaron otros materiales que continúan en análisis, y posteriores viajes ya permitieron rescatar más piezas de interés.
"Es un hallazgo que nos motiva a seguir trabajando con esta dedicación", expresaron los paleontólogos del CECOAL, quienes estiman que este descubrimiento potenciará la visibilidad del trabajo científico en Corrientes y en todo el NEA.
Un antes y un después para la paleontología correntina
Hasta ahora, Corrientes era una excepción en comparación con provincias cercanas como Entre Ríos o Uruguay, donde ya se habían identificado restos de terópodos, saurópodos e incluso cáscaras de huevo de dinosaurio. La nueva evidencia resuelve una incógnita histórica: los dinosaurios también habitaron lo que hoy es suelo correntino.
El equipo remarcó que este primer registro fehaciente de dinosaurio permitirá profundizar los estudios sobre la fauna y flora del Cretácico en el nordeste argentino y comprender mejor cómo era esta región millones de años atrás.
El hallazgo, que está próximo a ser publicado en una revista científica internacional, marca un hito para la ciencia local y posiciona a Corrientes en el mapa paleontológico del país.