

Pauline Potter, conocida por haber ostentado en 2016 el récord Guinness como la mujer más pesada del mundo, falleció a los 62 años, según confirmó su hijo.
Cinco meses después del accidente, su estado de salud se agravó. Potter comenzó a presentar severos problemas digestivos que le impedían retener alimentos. Pese a reiteradas consultas médicas, no recibió un diagnóstico certero hasta agosto, cuando dio positivo por covid-19. Durante los estudios realizados, los médicos detectaron una obstrucción en el esófago y una grave herida en la espalda de la que no se había percatado.Debido a la complejidad de su condición general, los especialistas determinaron que no era candidata para cirugías ni procedimientos invasivos. Permaneció internada desde el 20 de agosto y posteriormente fue derivada a un centro de rehabilitación, aunque su estado continuó deteriorándose. El 19 de noviembre fue trasladada a cuidados paliativos, donde presentó signos de insuficiencia cardíaca y respiratoria. Potter falleció el Día de Acción de Gracias.


Pauline Potter alcanzó notoriedad internacional en 2016 al obtener el récord Guinness como la mujer más pesada del mundo, con un peso de 293,6 kilos.
El caso de Potter vuelve a poner el foco en la obesidad severa, considerada por la Organización Mundial de la Salud como una pandemia global. Actualmente, más de 650 millones de adultos viven con obesidad en el mundo, una condición asociada a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, complicaciones respiratorias y una mayor vulnerabilidad ante infecciones, como quedó evidenciado durante la pandemia de covid-19.
Ante los elevados costos médicos y funerarios, su hijo anunció la creación de una campaña en GoFundMe para cubrir los gastos de cremación y los servicios conmemorativos.


