Perú: condenan a más de 20 años de cárcel al expresidente Alejandro Toledo por corrupción

Fue hallado culpable de recibir una coima de 35 millones de dólares de parte de la constructora Odebrecht. Es el segundo expresidente de ese país condenado por corrupción.

Toledo, de 78 años, pidió a los jueces que lo dejen

La Justicia peruana condenó este lunes al expresidente Alejandro Toledo a 20 años y seis meses de cárcel, luego de haber sido hallado culpable de los delitos de corrupción y lavado de activos por recibir dinero de la constructora Odebrecht, a cambio de adjudicar la construcción de un tramo de la carretera que conectó Brasil con Perú. Además, le impuso tres años de inhabilitación para ejercer cargos públicos, tal como había pedido la fiscalía.
"Se coludió con particulares interesados como Odebrecht para que, mediante una coima de 35 millones de dólares, se otorgara a la empresa brasileña la licitación de la construcción de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica, causando perjuicio al Estado", señaló el veredicto, según indicó el Poder Judicial peruano a través en la red social X.
Toledo, de 78 años, es el segundo expresidente peruano condenado por corrupción, luego de que el recientemente fallecido Alberto Fujimori (1990-2000) recibiera en 2009 tres sentencias por ese delito, aparte de otra como autor mediato de 25 asesinatos. Al mismo tiempo, es el primer exmandatario del país en ser sentenciado por la operación Lava Jato, que estalló en Brasil y que implicó a Odebrecht en una red internacional con la que había instaurado la corrupción a nivel institucional en más de diez países de América Latina.

La jueza Inés Roja Contreras, del Segundo Juzgado Penal Colegiado Nacional, resolvió imponer nueve años de prisión por el delito de corrupción y 11 años y seis meses por el delito de lavado de activos. Según el fallo, el empresario israelí Josef Maiman era el encargado de canalizar el dinero que Odebrecht iba a entregar a Toledo por los proyectos de su gobierno.

 

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"Como primera autoridad administrativa de todo el Estado, Toledo debía proteger y velar por el correcto funcionamiento de la administración y los intereses patrimoniales de la administración pública, en el ámbito de la contratación pública", explicó Roja. Y agregó: "Tenía el deber de actuar con neutralidad absoluta, imparcialidad política, económica o de cualquiera otra índole en el desempeño de sus funciones, demostrando independencia a sus vinculaciones con personas, partidos políticos o instituciones", agregó.

"Al haberse demostrado una serie o un rosario de irregularidades, una injerencia inusitada, una aceleración del proceso y la intervención directa o indirecta de Toledo en el proceso, ha realizado la conducta típica de infracción del deber, defraudando al Estado", subrayó la magistrada.

Antes de conocerse el fallo, Toledo pidió a los jueces que lo dejen "curar o morir" en su casa. El expresidente peruano ratificó su inocencia en el alegato final y mencionó que padece cáncer y problemas de corazón.