Seis de cada diez ataques a los periodistas los protagoniza Milei

LA INTOLERANCIA DESDE EL PODER PÚBLICO. Según Fopea, desde 2013 -gobierno kirchnerista- no se producía un acoso de igual magnitud. El presidente abrió el sendero judicial.

Según el informe anual del Monitoreo de Libertad de Expresión 2024 que elabora el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) y que fue presentado días antes del 3 de mayo (Día Mundial de la Libertad de Prensa), el año pasado se registraron 179 agresiones a periodistas. La mayoría de los ataques vienen del poder político. Desde hace más de una década que no ocurría algo igual, en los esténtores de su mandato, en 2013, el kirchnerismo tuvo idéntica práctica con la prensa.

Fernando Stanich, uno de los integrantes de la Comisión Directiva del Foro, señaló que la situación para el periodismo en el país se ha tornado crítica y apuntó directamente al presidente Javier Milei como el principal impulsor de la hostilidad. El 2024, "fue el segundo año con mayor cantidad de casos desde que Fopea realiza este monitoreo, sólo superado por 2013; pero lo más preocupante es que si se contabiliza la violencia estatal y parestatal -como los trolls organizados-, el 80% de las agresiones están ahí. Y el 65% de ellas las protagoniza el presidente Milei", afirmó.

"Lo que hace Milei con sus declaraciones o publicaciones es habilitar una catarata de mensajes agresivos que generan un clima de hostigamiento permanente contra los periodistas", señaló Stanich, y subrayó que el acoso "ya no es en general, sino con nombre y apellido".

En la semana que acaba de terminar, el Jefe de Estado embistió contra tres periodistas del grupo Clarín (Marcelo Bonelli, Diego Sehinkman y Alejandro Alfie) y luego anunció presentación de causas judiciales contra otras tres figuras de distintos medios, Carlos Pagni (La Nación), Viviana Canosa (Canal 13) y Ari Lijalad (El Destape) por considerar que difundieron "mentiras" en su contra. Además, en el marco de una extensa actuación para un programa de streaming calificó a los periodistas como "las prostitutas de los políticos".

En el espacio que conduce Daniel Parisini, conocido como el Gordo Dan, uno de los principales operadores en las redes sociales del gobierno libertario, el Presidente se despachó a gusto contra la prensa y ese capítulo culminó con una insólita referencia a "un listado de periodistas a echar o meter presos", en donde Milei apuntó específicamente contra Alfie, a quien se refirió como "el boludo que se parece al papá de Milhouse".

Unas semanas antes, de regreso de Roma, donde estuvo para las honras fúnebres del papa Francisco, Milei despotricó contra el periodismo por la información difundida sobre su viaje y dijo que "la gente todavía no odia lo suficiente a los periodistas".

Para Stanich, de Fopea, lo que está en juego no es sólo la defensa corporativa del oficio, sino el derecho básico de la sociedad a la libertad de expresión: La querella que presentó el Presidente contra un puñado de periodistas "busca criminalizar la opinión, intimidar y aleccionar", dijo.

Respecto del rol de los medios, Stanich reconoció que hubo una actitud pasiva hasta fines de 2023, pero señaló un cambio reciente. "Hoy vemos una defensa más firme. Por ejemplo, La Nación salió a desmentir claramente al Presidente en el caso de Carlos Pagni. Ya hay más conciencia de que esto no es una discusión interna del periodismo, sino una amenaza a un pilar básico de la democracia".

Stanich también cuestionó el silencio de sectores empresariales y reclamó una reacción más visible: "Tiene que haber una convocatoria amplia, no sólo de periodistas asociados a Fopea. Es hora de acciones más concretas".

A propósito de la nueva etapa que inauguró Milei con las presentaciones judiciales en Comodoro Py contra Ari Lijalad, Carlos Pagni y Viviana Canosa, diputados nacionales de Unión por la Patria (UP) que integran la Comisión de Libertad de Expresión en el Congreso presentaron un proyecto de repudio. ¿Alcanza? Al menos es una primera acción.

Mientras tanto el acoso se intensifica, especialmente en las redes sociales. En ese sentido, desde Fopea advierten que la violencia digital se traduce en agresiones reales: "Es imposible no relacionar el clima que instala el presidente con lo que le pasó a Roberto Navarro, o antes a María Eugenia Duffard y Pablo Grillo. Hay consecuencias directas entre la palabra oficial y los hechos de violencia", resaltó Stanich.